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Existe la adicción a las compras, a los videojuegos, a las drogas… y, también, la adicción al trabajo. Sí, las personas workaholic o adictas al trabajo son reales por extraño que parezca ya que, por lo general, se asume que el trabajo no es una conducta que se realice por placer y, por tanto, no tendría sentido tal adicción. Pero existe, y son aquellas personas que, más allá de trabajar duro, esforzarse y algún que otro día hacer horas extras, sufren un desequilibrio en su vida diaria que puede llegar incluso a causar problemas de salud.
El perfil de las personas adictas al trabajo puede diferenciarse un poco según si son trabajadores por cuenta ajena o empleados de una empresa, pero, en general, corresponde a aquellos que trabajan extra de forma excesiva, llevándose trabajo a casa, incluso durante sus períodos vacacionales. También suelen acudir siempre al trabajo, sin fallar ni cuando están enfermos. Se marcan unos estándares de perfección muy altos, nunca estando satisfechos con el trabajo realizado, e intentan agradar continuamente a los demás.
Respecto a las acciones cara a los otros compañeros o a la empresa, nunca delegan en los demás las responsabilidades, y ello se debe al impulso y necesidad de tener que hacerlo uno mismo con la excusa de que lo hace bien a su manera. Por tanto, las personas adictas al trabajo presentan una impulsividad e intensa necesidad de ejercer control sobre cualquier ámbito laboral, y esta preocupación por controlarlo todo conduce a problemas de estrés y ansiedad, incluso a obsesión por la realización del trabajo y supervisión continua de los otros cuando no pueden hacerlo por ellas mismas.
Como es de esperar, estos comportamientos repercuten en el clima laboral, empeorando y dificultando las relaciones sanas con otros compañeros o jefes. Pero no termina aquí el problema, sino que, como ya se ha mencionado, la vida personal también se ve afectada. Suelen disfrutar y desarrollar menos las relaciones personales y afectivas debido a la falta de tiempo y de interés en estas. Anteponen el trabajo a todo lo demás, es decir, por delante de amigos y familia, del ocio y de la propia salud. Todo aquello que se aleja de sus obligaciones laborales queda relegado a un segundo plano.
Una explicación plausible que se da sobre los workaholic es que estas personas se vuelven adictas a la adrenalina que generan los altos niveles de trabajo. La adrenalina, de forma general, es una hormona que nos mantiene alerta, en tensión, y prepara al cuerpo para una posible respuesta fisiológica de lucha o huida ante una amenaza. Trasladando estas sensaciones al campo laboral, que una persona trabaje altas horas sin parar y a niveles muy elevados hace que experimente sentimientos de euforia y excitación que le hacen continuar trabajando para así seguir experimentando dichas sensaciones.
Se han realizado diferentes estudios e investigaciones sobre la adicción al trabajo y de algunos se deriva que los efectos más comunes para salud, además de los problemas laborales y sociales, son el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, Trastorno Obsesivo-Compulsivo, ansiedad y depresión. Cabe destacar que hay que presentar unos niveles muy elevados para poder considerarse un workaholic, aunque es importante saber que es posible salir del bucle de adicción al trabajo mediante tratamientos psicológicos y psiquiátricos. Aun así, lo más importante de todo es prevenir la aparición de estas conductas, tanto por parte de las empresas como por acciones de los propios trabajadores.
Algunas propuestas de prevención son:
- Propiciar una adecuada relación horas de trabajo-coste de las tareas.
- Aceptar y realizar proyectos asumibles, siendo consciente de los límites existentes.
- Incluir períodos de descanso a lo largo de la jornada laboral.
- Delimitar las tareas, funciones y responsabilidades de cada trabajador.
- Establecerse límites uno mismo sobre qué puede hacer por sí mismo y qué debe delegar en los demás.
- Tener períodos vacacionales y de desconexión absoluta del trabajo.
- Ser consciente de los propios sentimientos y emociones para poder actuar de la mejor manera posible en base a ellos.
Y tú, ¿crees que sufres adicción al trabajo?