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La etapa de ser candidato, ¿quién diría que al salir del instituto o de la universidad después de cursar tus estudios ibas a pasar por una época que considerabas muy fácil en comparación con la superación de tus estudios? Al fin y al cabo, la vida es un viaje, y dentro de cada época hay mil viajes más. Y la etapa en la que una persona pasa a ser posible candidato o candidato potencial de un puesto de trabajo al que opta, no se queda atrás.
De eso se trata el “Candidate Journey” o, en lengua castellana, el viaje del candidato. Ese proceso con tantas posibilidades de triunfar como de fracasar, en la que se pasa de un interés del individuo hacia una vacante, o de un interés de la empresa hacia un individuo (¡todo en esta vida puede suceder!), que tantas alegrías y/o agotamientos trae consigo es, en realidad, un viaje muy largo, con muchas energías, procesos y posibilidades que surgen durante el tiempo, y que van cambiando.
Pero, a parte de la vacante, la oportunidad de ofrecer a una persona formar parte de un grupo o equipo y los innumerables procesos y recursos utilizados durante este viaje, ¿qué más puede ofrecer la empresa ante un proceso tan ambicioso y estresante a la vez para el candidato? Pues la experiencia. La empresa debería (y “debería” porque no muchas compañías lo ponen en práctica por cualquier motivo justificable) hacer que la experiencia de la persona durante este viaje sea totalmente satisfactoria y beneficiosa para él, que sea recordado como algo agradable por él mismo en un futuro. Al fin y al cabo, una persona que puede llegar a formar parte de la empresa, aunque finalmente no sea seleccionada, ha participado en los procesos internos de la misma y, por lo tanto, puede ser tanto beneficioso como desfavorable para la organización, dependiendo de si la experiencia del candidato haya sido positiva o negativa.
Al fin y al cabo, y para reducir en palabras, la experiencia positiva de un empleado fortalece (o no) el employer branding de la empresa, entre todas las posibles formas que existen para su constitución y consolidación.
FASES
Como todo proceso, debe tener unas fases por las que pasar, aunque es verdad que también como cada proceso, el número de estas fases va a depender de diferentes factores, tales como el tipo de reclutamiento (interno, externo o misto), el tipo y tamaño de empresa (no es lo mismo una empresa multinacional y grande, que una pequeña sin muchos departamentos.
Aun así, se consideran generalmente 3 fases principales, en la que cada una incluye una serie de pasos:
- Fase previa a la solicitud del puesto: En esta fase se concentran todos los pasos por los que una empresa decide poner en marcha un plan para atraer el mejor talento hacia su empresa para que ocupe una vacante en concreto, y por los que un candidato descubre la empresa, tiene su primer contacto con ella y sabe sobre la existencia de una vacante de su interés.
- Conciencia: El candidato se encuentra en búsqueda de nuevas oportunidades y descubre a la empresa. Este descubrimiento se realiza a través de la visualización de la oferta de empleo, causa del comienzo del Candidate Journey, y de su posible adecuación al mismo. Aquí la compañía necesita hacer una gran labor de alcance y captación de atención de personal a través de recursos digitales que consideren que atraigan a un gran número de candidatos potenciales.
- Consideración: El contacto candidato-organización comienza a aumentar y a avanzar. El candidato comienza a considerar (o no) la posibilidad de formar parte de la empresa y adecuarse a su funcionamiento.
- Interés: El candidato tiene un verdadero interés por pertenecer y formar parte de la organización, así que se encuentra preparado para dar el siguiente paso: aplicar a la oferta.
- Fase de postulación a la oferta: Desde el momento de aplicación a la oferta, hasta el momento en el que el candidato es seleccionado o rechazado. En este punto, la organización y el equipo encargado de realizar los procesos inherentes a la ocupación de un cargo vacante tienen mayor control sobre el candidato, su interés y, por supuesto, su experiencia como “parte” de la empresa.
- Solicitud: El candidato se inscribe en la oferta laboral, finalizando ante el rechazo en la misma o después de las entrevistas. Es un buen momento para que el equipo encargado de las fases ofrezca una buena comunicación para que la empresa pueda ser percibida de manera positiva.
- Selección: Después de la realización de las entrevistas, tanto si la persona es seleccionada para continuar como si no, es importante mantener comunicado al candidato sobre su candidatura.
- Contratación: Al igual que en los anteriores pasos de esta etapa, es importante que el candidato reciba información de forma clara y transparente sobre su situación en el proceso. Si al final no ha sido posible su selección, informar de esto y de las posibles razones por las que al final no se ha decantado por su perfil.
- Fase posterior: ¿Crees que el viaje del candidato termina una vez firmado el contrato que le lleva definida o indefinidamente a formar para de la compañía? En verdad, no es así. Una empresa verdaderamente comprometida con las personas que forman parte de su empresa se preocupa por su retención y que la relación entre ambas partes pueda llegar a ser duradera.
- Onboarding: El candidato debe sentirse realmente integrado dentro de su cargo, equipo y organización en general. Para ello, hay que poner en marcha un plan adecuado de integración e inserción, involucrando a la persona tanto en el desarrollo y avance de la compañía, como en la cultura, misión y visión, objetivos y cultura de esta.
BENEFICIOS
- Conocer y detectar aquellos puntos tanto positivos a potenciar, como negativos a mejorar durante el proceso de inserción de candidatos.
- Detectar áreas de la empresa que puedan provocar problemas a largo plazo y mejorarlas.
- Analizar los diferentes medios y puntos de contacto candidato-empresa para optimizar los procesos internos relacionados.
- Saber cómo es el proceso por el que pasa un candidato desde el primer conocimiento sobre una empresa en cuestión desde su posición.
- Conseguir mejorar el employer branding de la empresa y el experience candidate.
- Posicionar la compañía y su imagen acorde con los valores que desea transmitir tanto de forma interna como externa.
- Visualizar el ciclo de vida del proceso de selección.