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Cada vez más los empleados necesitan contar en sus empresas con alternativas a la típica (y lógica) retribución salarial habitual que proporcionan las organizaciones.
Sabemos que el salario emocional, según la teoría, es “una retribución no económica que permite al trabajador satisfacer sus necesidades personales”, y que se presenta como la clave para fidelizar el talento en una empresa.
Existen, por tanto, 6 clases de salario emocional:
- Oportunidad de crecimiento dentro de la empresa: saber que en una empresa vas a empezar desde abajo con la oportunidad de demostrar que puedes ocupar otros puestos y ascender, es sin duda una motivación extra.
- Desarrollo personal y profesional: la formación dentro de la empresa, por ejemplo, permitirá al trabajador desarrollarse plenamente tanto a nivel profesional como personal. Si le ayudas a ampliar sus conocimientos constantemente, estará más feliz.
- Buen ambiente laboral: nadie desea trabajar en un entorno hostil. Formar parte de un equipo de trabajo comunicativo y con una cultura empresarial desarrollada, hará que el trabajador se sienta a gusto día a día.
- Cultura y valores de la empresa acorde a los del trabajador: si el trabajador siente que forma parte de algo en lo que cree y está de acuerdo, esta es una manera de asegurarte su pertenencia y su permanencia en la compañía.
- Compatibilidad vida personal y profesional: no todo en nuestro día a día tiene que ser trabajar, todos somos personas, necesitamos días libres para asistir al médico o simplemente atender asuntos propios. La calidad de vida que nos permita tener una empresa puede llegar a ser un punto muy importante en nuestra decisión de si permanecer en un trabajo o no.
- Ser parte de las decisiones de la empresa: el trabajador debe saber y sentir que su opinión cuenta, que sus propuestas e iniciativas son escuchadas y valoradas. Si no llevas esto a cabo, el talento no podrá demostrar lo que vale y acabará por marcharse.
Ahora bien, con la incorporación de las nuevas generaciones al mundo laboral, podemos afirmar que empezamos a asistir a nuevas maneras de hacer realidad este salario emocional.
Algunos ejemplos son:
- Espacios de entretenimiento y ocio
- Guarderías en el centro de trabajo
- Cursos gratuitos sobre meditación y relajación
- Máquinas de vending gratuitas
- Descuentos en gimnasios
Queda claro pues, que los salarios ya no son exclusivamente económicos, que han de ir de la mano con un salario emocional que enamore a todos tus empleados, y que además te ayude a fidelizar, como ya hemos dicho, el talento de tu compañía.
De igual manera, los datos avalan que el salario emocional incrementa un 33% la productividad personal, reduce un 66% los días perdidos por ineficiencia y un 51% el absentismo laboral.
Por tanto, si quieres tener en tu empresa trabajadores comprometidos, motivados, leales y productivos; desde Talensys te animamos a que no te lo pienses dos veces y pongas en marcha todas estas pautas para contar con un buen salario emocional dentro de tu compañía. Si no lo hace la tuya, otra empresa lo hará.