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El año pasado se creían unas tendencias que han sido, en cierta medida, arrastradas, desquitadas y modificadas por las circunstancias que nos impulsaron, entre otras cosas, a quedarnos encerrados en casa en un gran porcentaje del activo laboral. También impulsó a que muchas empresas cerrasen, tanto de forma definida como indefinida, produciéndose una gran catástrofe a todos los niveles, desde económicamente hablando, hasta a nivel personal.
Desde antes de saberlo, muchos se aventuraron a proponer una serie de tendencias empresariales para el año 2021, como el liderazgo a distancia y el arraigo de las reuniones también a distancia y la formación online. Al final, muchas de las tendencias actuales y futuras van a estar encadenadas a la inevitable modificación tecnológica constante. Pero, lo que no se conocía, es que estos cambios iban a ser absolutamente necesarios de imponer y que iban a comenzar de una forma inesperada, sin ningún tipo de preparación previa para aquellas empresas que van sobre la marcha y, sobre todo, de una manera más veloz de lo que se pensaba.
La situación arraigada por la pandemia mundial de la COVID-19 ha traído consigo caos, catástrofe y mucha incertidumbre, pero a la vez esperanza, modificaciones y futuro. En el presente artículo, os presentamos diferentes retos a los que las personas y las empresas, a nivel profesional, se han tenido que enfrentar en el último año.
TELETRABAJO: UNA MODALIDAD EXISTENTE PERO POCO PRACTICADA
El teletrabajo es una modalidad de trabajo a distancia, sin necesidad de desplazamientos hasta el centro laboral y permitiendo una mejor conciliación entre vida profesional y personal ya que el trabajo se realiza desde casa, a través de los recursos tecnológicos pertinentes.
Esta modalidad era conocida, pero no era una práctica extendida, ya que en España en el año 2018 y en el primer trimestre de 2019, solamente un 4% aproximado de personas activas en el mundo laboral tenían la posibilidad de teletrabajar, y también hay que saber que muchas de ellas pertenecen al sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que según el Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de trabajadores que practican la modalidad del teletrabajo, se sitúa en un 64%.
Pero con la llegada de la pandemia, esta situación se tornó totalmente. Muchas empresas, si querían seguir funcionando durante los meses más duros e inciertos que han podido tener a lo largo de su vida, se adhirieron a la única posibilidad que veían frente a sí: el teletrabajo. Esta modalidad permitió que empresas y demás instituciones consiguieran seguir produciendo, habiendo sectores como el de la enseñanza que tuviera un 98% de personas asalariadas en régimen de teletrabajo.
Además, esta situación ha permitido que hoy esta modalidad siga siendo una posibilidad, y se siga utilizando activamente, de forma que muchas compañías han optado por la implantación del trabajo híbrido, con unos días de trabajo presencial y otros de teletrabajo, dentro de la misma semana.
ACELERACIÓN DE LA DIGITALIZACIÓN, UNA NECESARIA TRANSFORMACIÓN
Al final, para que el teletrabajo sea posible y el avance de las empresas sea gradual y potencial, la transformación digital es necesaria. El mundo se mueve por avances tecnológicos que cada vez van siendo más evidentes, y si las empresas no tienen presencia digital ni una estrategia con respecto a ello, el destino de estas mismas es totalmente apreciable por lo negativo que es.
El comportamiento del consumidor durante la pandemia ha ido en aumento con respecto a la visualización y compra digital, lo que evidentemente, ha provocado una disminución considerable de las probabilidades y las ventas de forma offline. Durante la pandemia, el método offline ha sido imposible durante mucho tiempo debido al confinamiento y el inevitable cierre de empresas presencialmente, por lo que la presencia digital ha sido totalmente necesaria para que el funcionamiento y la productividad empresarial siga creciendo y estable.
Este comportamiento ha llegado para quedarse, ya que las personas ya prefieren la comodidad de comprar desde casa, sin necesidad de moverse. Esto sucede al igual que las empresas, ya que, a la hora de poder contratar servicios o bienes, prefieren visualizar antes las diferentes opciones de compañías de manera digital, recibir toda la información de forma rápida, y poder comparar.
CAMBIO CULTURAL
El cambio cultural ha sido algo imprescindible, debido a todos los cambios producidos e instaurados por el teletrabajo, por ejemplo, entre muchos más. La adaptación de la empresa es necesaria, pero también las de los colaboradores que la constituyen, ya que es necesaria una estabilidad interna.
Las personas trabajadoras han cambiado sus necesidades en su lugar de trabajo, prefiriendo:
- Mayor estabilidad y transparencia de las situaciones y circunstancias que pueda atravesar su organización.
- Una equidad tanto interna como externa de la que las personas ya se están dando cuenta e informándose más y más.
- Un desarrollo potencial de su persona como profesional, ya que la incertidumbre e inestabilidad de la situación, provoca esto mismo en su persona con respecto al futuro. Las personas quieren estar preparadas para las diversas posibilidades, desde nuevos trabajos hasta despidos.
- Un clima laboral que les permita establecer relaciones laborales fructíferas, con una repartición equitativa de cargas laborales y permitiendo el trabajo en equipo.
INVERSIÓN EN SERVICIOS ESPECIALIZADOS, UNA REALIDAD CADA VEZ MÁS ARRAIGADA Y NECESARIA
Son muchos los retos a los que las empresas tienen que enfrentarse, por ello, nunca está de más que otras empresas ofrezcan su ayuda y sus servicios para que las circunstancias que se acarreen sean más fácilmente de afrontar y haya más probabilidades de éxito en este afrontamiento de la realidad.
La externalización de ciertas cuestiones internas de las empresas puede jugar muy a favor de encontrar ese camino hacia la potenciación y el crecimiento, ya que existen empresas especializadas en diversos ámbitos, como es la Gestión empresarial, el Marketing, Recursos Humanos, la Informática y Sistemas y la Formación, entre muchas otras posibilidades.
Si el objetivo de una empresa es el crecimiento y el éxito exponencial, entonces el poder encontrar empresas que ofrezcan sus servicios externalizados, es una inversión y acierto seguro.