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Las nuevas profesiones digitales están cada vez más a la orden del día, pero sin embargo solo se encuentra a una de cada cinco mujeres en un puesto de trabajo de estas características, por lo que existe una gran brecha de género por la que debemos de luchar si queremos un futuro en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Debemos de eliminar las múltiples brechas laborales y sociales que sufren las mujeres en el ámbito tecnológico y ponerlas en el centro de la revolución digital.
Aunque el porcentaje de mujeres en carreras universitarias sigue siendo más elevado que el porcentaje de hombres, la presencia de mujeres en estudios como STEM sigue siendo muy baja. Como consecuencia de la baja formación de mujeres en carreras relacionadas con la tecnología la presencia de mujeres en este tipo de empleos es muy deficiente.
Por lo que se convierte en un problema ante los crecientes cambios que estamos viviendo como resultado de la digitalización en el trabajo.
La futura revolución 4.0 transformará todos nuestros hábitos de consumo, la forma en la que nos relacionamos y la concepción de la vida tal y como la conocemos hasta ahora. Se caracterizará por la completa desaparición de las fronteras entre lo físico y lo digital.
Y, por si fuera poco, los tipos de trabajo que son más susceptibles a ser automatizados son los empleos más feminizados, mientras que a la larga los empleos con menos riesgo de ser reemplazados serán aquellos relacionados con los cuidados personales. Se destruirán muchísimos puestos de trabajo y se crearán otros nuevos. Los trabajos en los que las personas vamos a ser sustituidos, van a ser aquellos basados en tareas más rutinarias y en “las tres D” ( dirty, dull, dangerous) sucio, aburrido o peligroso.
La diversidad de género es muy importante porque las profesiones más digitalmente intensivas están mejor remuneradas que la media, y en plena fase de crecimiento, pero también se encuentran hoy dominadas por grupos ya privilegiados en la sociedad, lo que hace posible y probable que se intensifiquen las desigualdades que existen actualmente.
Algunos aspectos clave que se deberían de implementar para que deje de existir la brecha de género en el ámbito digital serían:
- Implantar diversidad e inclusión en las organizaciones.
- Incrementar la incorporación de la mujer en formaciones digitales avanzadas y carreras STEM.
- Educación en igualdad de género.
- Mitigar los estereotipos de género.
- Vigilar o supervisar los procesos o retrocesos en igualdad.
Estudios realizados recientemente apuntan que la inteligencia artificial, el big data, la ciberseguridad y blockchain son las profesiones tecnológicas con más salidas laborales para las mujeres. Por lo que debemos de implantar más talento femenino al sector, establecer más referentes femeninos y hacer que destaquen.
Ya que necesitamos imperiosamente atraer a las mujeres al mundo tecnológico, debemos de articular medidas educativas y laborales que eliminen la formación de estereotipos, la igualdad de oportunidades y la conciliación de vida laboral y profesional.